Corté a un niño una liebre pequeña de un árbol, la pulí con un eje flexible y como resultado aspiré el polvo. Esa noche fui a toser, no le di importancia, pensé que la alergia pasaría.
Al día siguiente empeoró, la tos se intensificó y al anochecer la temperatura aumentó a 39 grados. Aquí me senté durante un total de 4 días con antipiréticos, con tos y dolor en el pecho. El diagnóstico es traqueitis, daño en el tracto respiratorio superior, al que aparentemente se unieron bacterias o virus, aunque los virus son dudosos, ya que nadie más se enfermó.
Hoy acabo de empezar a recuperarme. Estas son las cosas! ¡Ten cuidado, usa una máscara!